MEJORAS PARA EL SECTOR
A lo largo de los años la obtención vegetal ha supuesto grandes mejoras para el sector.
- Aumento de la eficiencia en el consumo de agua. El valor de la cosecha obtenida por metro cúbico de agua utilizada ha aumentado en poco más de 30 años en un 19% en el caso del trigo, el 63% para el tomate, 75% en naranjo, 215% en olivar, etc. Gracias a la adaptación de los cultivos a condiciones de estrés hídrico, se ha ahorrado anualmente en el caso del maíz un total de entre 19 y 22 Mm3, lo que equivale al consumo anual de agua de una ciudad de entre 372 y 563 mil habitantes. En el caso del tomate, el ahorro anual en agua es de 15Mm3, equivalente al agua consumida por una ciudad de 294.400 habitantes.
- Según el informe «Aportaciones de la mejora vegetal en España», el trabajo de los obtentores ha permitido un ahorro de emisiones de CO2, derivado principalmente del ahorro energético, de entre 262.00 y 345.400 toneladas de CO2, lo que equivale a las emisiones efectuadas por entre 154.500 y 203.700 coches.
- La mejora vegetal también ha conseguido reducir de manera progresiva el consumo energético y mejorar la eficiencia en las últimas décadas. Según el informe del Institut Cerdá, se ha producido un ahorro energético anual de entre 3,5 – 4,6 M de MJ, equivalente al consumo anual de energía efectuado por entre 100.000 y 130.000 hogares.
- La mejora vegetal asegura a los agricultores la optimización del uso del suelo. Entre 259.100 y 437.100 hectáreas se han ahorrado anualmente, según el informe Cerdá, lo que equivale a entre 370 mil y 625 mil campos de fútbol.
- Reducir la altura de determinados cultivos, con lo que se evitan pérdidas por encamado (caída por viento), muy importante en el cereal
- Mejora la resistencia de la piel, con lo que se evitan pérdidas en cosecha, almacenamiento y transporte, como en el caso de los melones
- Productos frescos que se conservan más tiempo, como las berenjenas y los tomates.
- Se favorece su transformación y facilita la respuesta de la industria a las demandas de los consumidores (aceites, tejidos, contenidos en azúcar, etc.
- Se ha producido un ahorro en la importación en los últimos 30 años que oscila entre las 26 y 39 millones de toneladas, lo que equivale a entre 510 y 769 millones de euros.
- Se ha optimizado el uso de insumos (fertilizantes, fitosanitarios, agua, etc.)
- Se facilita el manejo al agricultor, directo o mediante maquinarias.
- Se dota al producto de mejores cualidades comerciales
- Se obtienen productos que contribuyen a la mejora de la salud, mediante la expresión de determinadas características nutricionales.
La mejora vegetal ha contribuido a mejorar la composición nutricional de los alimentos y a favorecer el proceso de transformación de los cultivos para adaptarse de forma más eficaz al progreso tecnológico y a los nuevos procesos de producción de las distintas industrias alimentarias:
- Trigo:
- Mejor comportamiento respecto a fuerza (W) y equilibrio (P/L)
- Reducción de impurezas y micotoxinas
- Maíz:
- Mejor digestibilidad del pienso
- Mayor valor nutricional
- Reducción de micotoxinas
- Tomate:
- Variedades larga vida, que permiten alargar la postcosecha
- Mayor contenido de antioxidantes
- Arándano:
- Mejor firmeza y sabor
- Incremento de la vida postcosecha
Mejora de la seguridad alimentaria
La mejora de las variedades contribuye a crear alimentos de mayor calidad, más duraderos y seguros.
Además, se ha conseguido un incremento de producción (alimentos y otros productos) utilizando la misma superficie, lo que contribuye a dar respuesta a una de las grandes demandas del crecimiento poblacional, como es el reto alimentario mundial.
Alrededor del 40% de este incremento en la productividad corresponde a la mejora de las variedades vegetales (Responding to the challenges of a changing world: the role of new plant varieties and high quality seed in agriculture. Second World Seed Conference. FAO. 2009).
Algunos ejemplos según los datos del informe del Institut Cerdá, el incremento de la productividad que ha aportado el sector obtentor en los últimos un aumento en el rendimiento del 32% en el caso del tomate en los últimos 30 años.
Debido a la mejora de la productividad y de la calidad de los productos obtenidos, el valor económico de las cosechas también se ha disparado en 25 años, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, lo que supone un claro aumento de los rendimientos económicos, lo que da lugar a un importante aumento de las rentas de los agricultores
Por ejemplo, los rendimientos económicos del trigo han aumentado un 270%, los del tomate ha aumentado un 1.200%, los del maíz un 110%, los del olivar un 300% y los del viñedo un 200%.